miércoles, 14 de diciembre de 2011

Los Caballos de Síbaris



La ciudad de Síbaris es una antigua colonia griega en Italia que debe su nombre de un mito griego, que en principio no tiene nada que ver con los sibaritas, sino con un monstruo llamado femenino llamado Síbaris, también conocida como Lamia, que habitaba en una montaña cercana. Aquel monstruo raptaba a los niños por la noche en venganza, ya que Hera había matado a su hijo. Los habitantes consultaron el Oráculo de Delfos para saber como librase de esta plaga. Apolo ordenó sacrificar a un joven, y el elegido por la "suerte" fue Alcioneo, famoso por su belleza.

Mientras iba de camino en una proceseción para ser entregado al monstruo Sibaris, apareció otro joven llamado Euribato, hijo de Eufemo, que quedó perdidamente enamorado de Alcioneo e intentó liberarlo a la fuerza. Al no poder liberarlo se ofreció para sustituirle en el sacrificio. Los sacerdotes, aceptaron y entonces Euribato se dirigió a la caverna. Llegado ante la cueva, entró valerosamente, y cogiendo a Síbaris, la arrastró hacia la luz del día y la lanzó fuertemente contra una roca. De aquella roca brotó una fuente que fue llamada Sibaris, y cuando los Locrios, pueblo al que pertenecía Euribato, fundaron una ciudad en esa zona, en honor a éste mito la llamaron Sibaris, que después fue famosa por su riqueza, refinamiento y vida sensual, a los que se hicieron llamar Sibaritas, de ahí que se relacione a los sibaritas con personas de buena vida.

¿Qué pintan los caballos? os preguntaréis confusos. Pues bien, lo de antes era la introducción, resulta que el pueblo de Síbaris no tenía necesidad de luchar contra ningún pueblo, ya que eran muy ricos, así que se dedicaron al arte, y a enriquecer su ciudad. Los espectáculos de los sibaritas eran hermosos y famosos en todo el mediterráneo, de hecho llegaron a enseñar a bailar los caballos al son de las flautas. 

Ahora bien, pasado un tiempo, cuando los romanos empezaron a expandirse, vieron un buen objetivo a Síbaris, una ciudad tan preocupada en el arte y la belleza que no tenía un ejército decente. Por ello, los romanos atacaron sin pensárselo, pero llevaron un ejército particular compuesto no sólo por soldados, sino también por músicos. Cuando se presentó la caballería de los sibaritas, los romanos dieron orden de tocar a los músicos y !los caballos se pusieron a bailar al son de la música¡, rompiendo la formación y dejando al ejército indefenso que fue rápidamente sometido por el ejército romano. 

Y ese fue el fin de la lujosa Síbaris



Moraleja: No te confíes, ni enseñes a bailar a tu caballo.


"Metamorfosis" - Antonino Liberal
"Diccionario de Mitología Griega y Romana" - Pierre Grimal

1 comentario:

  1. Elias, finalmente pude acceder al blog. Estoy muy orgullosa de tí. Desde pequeño has tenido ese don de la palabra. Siempre da gracias a Dios que le plació dártelo. Usalo con bien y para bien hasta el último día de tu vida. De la Palabra mana la vida. Habla de Dios. Llegarás muy lejos... Te amo y siempre te llevo gratamente en mi corazón.

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