Se parecen, pero no, y a han dado
lugar a juegos de palabras, pero obviamente se
trata de una falsa etimología, es decir, palabras que aparentan tener un
origen común pero sólo lo aparentan, pues no existe ninguna relación lógica
entre ellos.
Por un lado, musaraña viene del
latín, de la unión de mus, muris (ratón) y aranea,
araneae (araña), probablemente por su tamaño.
Mientras que, Musa, viene de
griego Μουσή, -ης; ἡ, (Musé) que son las diosas inspiradoras y protectoras de
las artes. Se las considera, probablemente, hijas de Zeus, rey del Olimpo, con
Mnemosina, diosa de la memoria, aunque también se las considera hijas de Apolo
según otras versiones. Tampoco estaba claro su número en un principió, según
Pausanias eran tres: Meletea, la meditación, Mnemea, la memoria, y Aedea, el
canto. Sin embargo, su número y nombres variaban según la región y la época, el
primero en hablar de nueve musas, aunque no dejó claros sus nombres fue Homero.
No obstante, fue Heródoto quien dio nombre a las nueve musas: Calíope, protectora
de la poesía épica; Clío, protectora de la Historia , se le representa con un rollo; Erato,
protectora de la lírica; Euterpe, protectora de la música; Melpómene, musa de
la tragedia; Polimnia, se le atribuye la mímica y la meditación; Talía, protectora
de la comedia; Terpsícore, protectora de la danza; y Urania, Musa de la
astronomía. Ésta ha sido la denominación que perdura hasta hoy.
Pero como curiosidad tengo que
decir que la frase: “pensar en las musarañas” probablemente surgió como una
ironía debida a su parecido etimológico para burlarse de aquellos cuya mente
parece estar en un estado de “inspiración” aunque en verdad están
ausentes.
"Disney sólo puso 5 de las nueves musas, pero bueno, era de esperar, siempre que los americanos hacen alguna película de algún libro o mito, miedo me dan"